lunes, 26 de noviembre de 2012

Lectura nº 3


Que es una concepción del mundo

Una concepción del mundo no es un saber, no es conocimiento en el sentido en que lo es la ciencia positiva. Es una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto. Esos principios están explícitos en la cultura de la sociedad en que vive. La parte teórica de la concepción del mundo esta íntimamente relacionada con la parte práctica, con el código o sistema de juicios de valor, la existencia o inexistencia de un principio ideal o espiritual que sea causa del mundo.

La existencia de una formulación explícita de la concepción del mundo en la cultura de una sociedad no permite averiguar cual es la concepción del mundo realmente actica en esa sociedad.

Las concepciones del mundo suelen presentar, en las culturas de tradición grecorromana, unas pautas muy concentradas y conscientes en forma de credo religioso-moral o de sistema filosófico, esta segunda forma muy característica hasta el siglo XIX. La filosofía sistemática se vio arrebatar un campo temático tras otro por las ciencias positivas. La filosofía sistemática presenta más o menos abiertamente la pretensión de dar de sí por razonamiento el contenido de las ciencias positivas. La concepción del mundo quiere ser un saber, conocimiento real del mundo con la misma positividad que el de la ciencia. Esta pretensión puede considerarse definitivamente fracasada hacia mediados del siglo XIX, con la disgregación del sistema filosófico de la historia de Hegel.

Las causas por las cuales la pretensión de la filosofía sistemática acaba por caducar son varias. La causa principal es la constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna. Este es un conocimiento que se caracteriza formalmente por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas. Que un conocimiento es intersubjetivo quiere decir que todas las personas adecuadamente  preparadas entienden su formulación del mismo modo, quedan igualmente informadas acerca de las operaciones que permitirán verificar o falsar dicha formulación. Las tesis de la vieja filosofía sistematice de los dogmas religiosos y de las concepciones del mundo carecen de esos rasgos. El que las concepciones del mundo carezcan de rasgos característicos del conocimiento se debe a que la concepción del mundo contiene esencialmente afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los métodos decisorios del conocimiento positivo.

Estos rasgos permiten plantear correctamente la cuestión de las relaciones entre concepción del mundo y conocimiento científico-positivo. Una concepción del mundo que toma a la ciencia como único cuerpo de conocimiento real se encuentra visiblemente por delante y por detrás de la investigación positiva. Por detrás porque intentara constituirse de acuerdo con la marcha y los resultados de la investigación positiva, y por delante porque como visión general de la realidad, la concepción del mundo inspira o motiva la investigación positiva misma.

La concepción marxista del mundo

La concepción materialista y dialéctica del mundo esta movida por la aspiración a terminar con la obnubilación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. Es una concepción del mundo explícita. La liberación de la consciencia presupone la liberación de la práctica, de las manos. Y de esto puede inferirse un segundo rasgo de la concepción marxista del mundo, consiste en que la concepción marxista del mundo no puede considerar sus elementos explícitos como un sistema de saber superior al positivo. El nuevo materialismo escribe Engels, no es una filosofía, sino una simple concepción del mundo que tiene que sostenerse y actuarse no en una sustantiva ciencia de la ciencia, sino en las ciencias reales. En el queda superada la filosofía, es decir tanto superada como preservada.

Esta concisa y expresiva formulación de Engels supone la concepción de lo filosófico como un nivel del pensamiento científico.

En la filosofía sistemática no hay conocimiento aparte por encima del positivo, puesto que su punto de partida y de llegada es la ciencia real, esa concepción del mundo no puede querer más que explicitar la motivación de la ciencia misma. Esta motivación puede llamarse inmanentismo, explicación de los fenómenos debe buscarse en otros fenómenos y no en instancias ajenas o superiores al mundo, en este postulado de inmanentismo se basa la concepción marxista del mundo, el mundo debe explicarse por si mismo. El materialismo es lo primero en el marxismo incluso históricamente.

El materialismo es uno de los dos principios fundamentales de lo que Engels llama “concepción comunista del mundo”. El otro es el principio de la dialéctica. Este se inspira no tanto en el hacer científico-positivo cuanto en las limitaciones del mismo.

La ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico-reproductiva, su eliminación de factores irracionales en la explicación del mundo procede a través de una reducción analítica de las formaciones complejas y cualitativamente determinadas a factores menos complejos y más homogéneos cualitativamente.

El análisis reductivo tiene regularmente éxito. Es un éxito descomponible en dos aspectos: la reducción de fenómenos complejos a nociones más elementales, más homogéneas. Por otra parte el análisis reductivo posibilita a la larga la formulación de conceptos mas adecuados.



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