Que es
una concepción del mundo
Una concepción
del mundo no es un saber, no es conocimiento en el sentido en que lo es la
ciencia positiva. Es una serie de principios que dan razón de la conducta de un
sujeto. Esos principios están explícitos en la cultura de la sociedad en que
vive. La parte teórica de la concepción del mundo esta íntimamente relacionada
con la parte práctica, con el código o sistema de juicios de valor, la
existencia o inexistencia de un principio ideal o espiritual que sea causa del
mundo.
La
existencia de una formulación explícita de la concepción del mundo en la
cultura de una sociedad no permite averiguar cual es la concepción del mundo
realmente actica en esa sociedad.
Las concepciones
del mundo suelen presentar, en las culturas de tradición grecorromana, unas
pautas muy concentradas y conscientes en forma de credo religioso-moral o de
sistema filosófico, esta segunda forma muy característica hasta el siglo XIX. La
filosofía sistemática se vio arrebatar un campo temático tras otro por las
ciencias positivas. La filosofía sistemática presenta más o menos abiertamente
la pretensión de dar de sí por razonamiento el contenido de las ciencias
positivas. La concepción del mundo quiere ser un saber, conocimiento real del
mundo con la misma positividad que el de la ciencia. Esta pretensión puede
considerarse definitivamente fracasada hacia mediados del siglo XIX, con la disgregación
del sistema filosófico de la historia de Hegel.
Las
causas por las cuales la pretensión de la filosofía sistemática acaba por
caducar son varias. La causa principal es la constitución del conocimiento científico
positivo durante la Edad Moderna. Este es un conocimiento que se caracteriza
formalmente por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar
previsiones exactas. Que un conocimiento es intersubjetivo quiere decir que todas
las personas adecuadamente preparadas
entienden su formulación del mismo modo, quedan igualmente informadas acerca de
las operaciones que permitirán verificar o falsar dicha formulación. Las tesis
de la vieja filosofía sistematice de los dogmas religiosos y de las
concepciones del mundo carecen de esos rasgos. El que las concepciones del
mundo carezcan de rasgos característicos del conocimiento se debe a que la concepción
del mundo contiene esencialmente afirmaciones sobre cuestiones no resolubles
por los métodos decisorios del conocimiento positivo.
Estos rasgos
permiten plantear correctamente la cuestión de las relaciones entre concepción del
mundo y conocimiento científico-positivo. Una concepción del mundo que toma a
la ciencia como único cuerpo de conocimiento real se encuentra visiblemente por
delante y por detrás de la investigación positiva. Por detrás porque intentara
constituirse de acuerdo con la marcha y los resultados de la investigación
positiva, y por delante porque como visión general de la realidad, la concepción
del mundo inspira o motiva la investigación positiva misma.
La concepción
marxista del mundo
La concepción
materialista y dialéctica del mundo esta movida por la aspiración a terminar
con la obnubilación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana
de factores no reconocidos o idealizados. Es una concepción del mundo
explícita. La liberación de la consciencia presupone la liberación de la práctica,
de las manos. Y de esto puede inferirse un segundo rasgo de la concepción marxista
del mundo, consiste en que la concepción marxista del mundo no puede considerar
sus elementos explícitos como un sistema de saber superior al positivo. El nuevo
materialismo escribe Engels, no es una filosofía, sino una simple concepción del
mundo que tiene que sostenerse y actuarse no en una sustantiva ciencia de la
ciencia, sino en las ciencias reales. En el queda superada la filosofía, es
decir tanto superada como preservada.
Esta
concisa y expresiva formulación de Engels supone la concepción de lo filosófico
como un nivel del pensamiento científico.
En la filosofía
sistemática no hay conocimiento aparte por encima del positivo, puesto que su
punto de partida y de llegada es la ciencia real, esa concepción del mundo no
puede querer más que explicitar la motivación de la ciencia misma. Esta motivación
puede llamarse inmanentismo, explicación de los fenómenos debe buscarse en
otros fenómenos y no en instancias ajenas o superiores al mundo, en este
postulado de inmanentismo se basa la concepción marxista del mundo, el mundo
debe explicarse por si mismo. El materialismo es lo primero en el marxismo
incluso históricamente.
El materialismo
es uno de los dos principios fundamentales de lo que Engels llama “concepción comunista
del mundo”. El otro es el principio de la dialéctica. Este se inspira no tanto
en el hacer científico-positivo cuanto en las limitaciones del mismo.
La ciencia
positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico-reproductiva,
su eliminación de factores irracionales en la explicación del mundo procede a través
de una reducción analítica de las formaciones complejas y cualitativamente
determinadas a factores menos complejos y más homogéneos cualitativamente.
El
análisis reductivo tiene regularmente éxito. Es un éxito descomponible en dos
aspectos: la reducción de fenómenos complejos a nociones más elementales, más
homogéneas. Por otra parte el análisis reductivo posibilita a la larga la formulación
de conceptos mas adecuados.
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